viernes, 9 de septiembre de 2011

Gracias, Rainer María

Lo que Rilke me escribió, sin siquiera conocerme.


9/9.

"Usted es tan joven, está tan lejos de toda iniciación, que quisiera pedirle, lo mejor que sé, querido señor, que tenga paciencia con lo que no está aún resuelto en su corazón y que intente amar las preguntas por sí mismas, como habitaciones cerradas o libros escritos en una lengua muy extraña. No busque ahora las respuestas: no le pueden ser dadas, porque no podría vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Viva ahora las preguntas. Quizá después, poco a poco, un día lejano, sin advertirlo, se adentrará en la respuesta. Quizá lleve en sí mismo la posibilidad de formar y crear como una manera de vivir especialmente feliz y auténtica. Prepárese para ella, pero acepte lo que le venga con absoluta confianza. Y siempre que algo surja de su propia voluntad, de alguna honda necesidad, acéptelo como tal y no lo odie."
Rainer María Rilke, Cartas a un joven poeta

2 comentarios:

  1. Definitivamente Rilke siempre tiene algo que decir, y lo mejor de todo es que dice lo que uno necesita en el momento justo. Hasta ahora creo que es uno de los mejores libros que he leído este año, no he encontrado otro que me llene más, que me de alivio, que me ilusione con la vida, que me haga comprender lo que siento. Apenas vi esta publicación me reí un poco, y es que me leí el libro en dos horas, en una peluquería acompañando a alguien. A pesar del ruido del secador , de las conversaciones superficiales, de la música logré concentrarme. En medio de aquel mundo, un viernes por la tarde las revistas fueron despreciadas por Rilke, era obvio. En medio de aquellas mentes que solo piensan en tinturas, cortes, depilaciones, en el último chisme de la farándula colombiana...había una pensando en la soledad, en las palabras, en la belleza, en las preguntas, en el querer escribir, todo gracias Rainer Maria Rilke. Te dejó ya, aunque quisiera seguir escribiendo, pero es que te escribo en plena clase de Francés!!!!!

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  2. Ya me imaginaba que te encantaba.
    Yo también me he encontrado muchas veces en situaciones semejantes a la tuya en la peluquería, y a veces, me entretengo por la calle jugando en el lado "opuesto"... Pensando qué pueden estar pensando los demás, qué estará leyendo aquél en la parada de autobús, o qué estará escribiendo esa otra persona en su cuaderno. Mejor dicho, qué genialidades tendré a mi alrededor y yo, sencillamente, no me he enterado.

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