martes, 13 de diciembre de 2011

Operación Navidad



Me temo que no hablo tanto de Colombia como debería. Y a veces me incomoda mi silencio ante los secuestros y la reciente muerte de unos secuestrados. No me es indiferente. En absoluto. Pero es más cómodo -¡más vil!- evadir la realidad. Y no es eso lo que quiero realmente. Así que siempre es momento de recomenzar, más ahora, en Navidad. Así que aquí os dejo una campaña del Ministerio de Defensa colombiano del año pasado que ganó un premio a la eficacia y otro a la mejor campaña de valor social. Una muestra de que aún hay cabida a la esperanza y que las armas nunca son la solución, ni siquiera para combatir el terrorismo ("¿por qué en lugar de luces no fueron bombas?" se preguntarán algunos, que sólo saben responder con odio). Al menos jamás es la definitiva. Una prueba, cuanto menos, de humanidad, de una profunda comprensión del alma humana, que jamás puede sentirse plena de revolcarse en el odio; es entender que también los terroristas son personas y que en el fondo de su ser yace un foco, quizá tan pequeño como un haz de luz, en el que aún cabe la redención. No es cuestión de ingenuidad, a veces es diálogo no basta y hay que buscar otras alternativas, pero nada mejor que creer en las personas para sacar lo mejor de ellas. ¡Si no se nos olvidara con tanta frecuencia...!

2 comentarios:

  1. Solitude, Navidad... noto una cierta melancolía... ¡serán las fechas! Aunque hay realidades que es bueno recordarlas en todo momento.

    ¡Felices fiestas!

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